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Elecciones francesas
Macron gana pero pierde, la izquierda pierde pero gana
Un triunfo a lo Pirro: el partido del presidente francés Emmanuel Macron ganó las elecciones legislativas del domingo 19 pero se quedó sin mayoría absoluta en el parlamento, mientras una izquierda hegemonizada por su componente más radical se convierte en la principal fuerza de oposición y la extrema derecha consigue su mejor resultado de la historia.
Daniel Gatti
21 | 06 | 2022

Foto: Gerardo Iglesias
Para gobernar, Macron, líder de la coalición Ensemble (Juntos), deberá apoyarse en Los Republicanos, un partido de la derecha tradicional francesa que a pesar de caer fuertemente será su única tabla de salvación.
Un desastre para el presidente, que en 2017, cuando comenzó su primer mandato, dijo que Francia entraba en la era del dominio del “extremo centro”, encarnado por él, y de la decadencia definitiva de izquierdas y derechas.
Ensemble andará por los 245 diputados, 105 menos que los que tenía, y lejos de los 289 necesarios para controlar el parlamento. Necesitará como el agua a los alrededor de 60 de Los Republicanos.
La izquierda pasará a su vez a contar con grupo nada desdeñable de unos 150 diputados, cinco veces más que los que tenían, por separado, sus distintos componentes en la legislatura saliente.
Apuesta ganada para la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES), constituida en mayo en torno a La Francia Insumisa (LFI), liderada por Jean Luc Mélenchon, e integrada también por comunistas, socialistas y ecologistas.
Mélenchon apuesta a que de aquí en más la NUPES consiga un nivel de funcionamiento y solidez tal que permita la constitución de un “bloque popular radicalmente alternativo al neoliberalismo”.
Será difícil, porque todavía separan muchas cosas a los partidos que integran esta alianza, sobre todo a sus extremos (insumisos y socialdemócratas), tanto en política económica como en el plano de la geopolítica. “Pero ya hay un programa de mínimos que une a la NUPES que es una muy buena plataforma de entendimiento”, según el dirigente de LFI.
Bloquear la reforma de la seguridad social proyectada por el gobierno será uno de los objetivos centrales de la nueva alianza.
De la mano de la NUPES entrarán a la Asamblea Nacional obreros, asalariados de los más diversos sectores, pequeños agricultores, docentes, desocupados, inmigrantes, jóvenes apenas más que adolescentes. Una dirigente de LFI de origen chileno, Raquel Garrido, logró derrotar en su feudo de la periferia parisina a un “barón” de la derecha.
La otra gran ganadora del domingo fue la Agrupación Nacional (RN), el partido que tiene como principal referente a Marine Le Pen: su grupo parlamentaria será el más numerosos con que haya contado jamás la extrema derecha en Francia, de unos 90 diputados (contra siete en la legislatura anterior).
Los sondeos le daban a RN un máximo de 50 diputados. Consiguió casi el doble.
Y hay otro factor del que menos se habla: el de la abstención, que batió un récord en estas legislativas, rozando el 54 por ciento. El electorado de entre 18 y 39 años fue el que menos se movilizó, y tampoco lo hicieron la mayoría de los obreros.
Hubo allí un fracaso relativo de la NUPES, que contaba con convocar a los más jóvenes y al grueso del electorado popular para convertirse en la primera fuerza política del país.
“Es materia pendiente”, dijo Mélenchon.