Varias investigaciones han recogido evidencia de deforestación ilegal sistémica en Rondônia y en toda la región amazónica e ilustrado el alto riesgo asociado con la carne vacuna y el cuero procedentes de Brasil.

La Agencia de Investigación Ambiental de Estados Unidos presentó un informe en el que se denuncia cómo JBS controla mataderos ilegales dentro de la Reserva Extractivista Jaci-Paraná, una unidad de conservación en Rondônia.

El informe también sostiene que casi un tercio del ganado adquirido por JBS en el estado de Pará procede de explotaciones con irregularidades tales como deforestación ilegal y mano de obra análoga a la esclava.

Se estima que la deforestación de JBS en la Amazonia desde 2008 podría alcanzar las 200.000 hectáreas en su cadena de suministro directa y 1,5 millones de hectáreas en su cadena de suministro indirecta.

En febrero pasado, Packers Sanitation Services , la empresa encargada de la limpieza de los frigoríficos de JBS en Estados Unidos, fue multada con 1,5 millones de dólares por utilizar mano de obra infantil migrante.

Según la denuncia, se encontraron al menos 100 niños de 13 a 17 años trabajando en turnos nocturnos en 13 plantas de procesamiento de carne de ocho estados, la mayoría en el sur y el medio oeste.

Un joven de 14 años, que trabajaba de 11 de la noche a 5 de la mañana cinco o seis días a la semana, sufrió quemaduras por los productos que se usan para limpiar las máquinas utilizadas en el corte de la carne.

Los reiterados escándalos en los que se ha visto envuelta la empresa de los hermanos Batista han llevado a congresistas estadounidenses a solicitar al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que imponga un proceso de suspensión contra las empresas vinculadas a JBS.

En lo que va de 2023 JBS registra cuatro accidentes por fuga de gas amoníaco uno en Marabá, otro en Duque de Caxias y dos accidentes en la unidad de Dourados, en un intervalo de apenas 3 meses.

De 2014 a 2020 hubo 10 accidentes por escape de amoníaco en plantas de la transnacional en todo Brasil, de los que se notificaron, que afectaron alrededor de 300 trabajadores y trabajadoras.

En marzo, los sindicatos de trabajadores de las unidades de JBS en Forquilhinha (SC) y Sidrolândia (MT) denunciaron que en el comedor se estaba sirviendo comida en mal estado.

Las confederaciones obreras que representan a los trabajadores y las trabajadoras de JBS, CONTAC y CNTA mantienen desde hace años una lucha cotidiana para que la empresa mejore las condiciones de higiene, salud y seguridad en sus plantas frigoríficas y que respete lo dispuesto en la NR36 para garantizar estándares mínimos para sus trabajadores.

Sin embargo, la transnacional sigue con su “jeitiño”, veremos con esta suspensión, hasta cuándo.

Con información de:
Packer Sanitation Fined for Illegally Employing More Than 100 Children, Labor Officials Say – The New York Times (nytimes.com)
Desmatamento na Amazônia coloca JBS na mira do Senado nos EUA – Diário do Poder (diariodopoder.com.br)