Para la federación, el texto, cuestionado como inconstitucional, ignora la realidad cotidiana de la mayor parte de los trabajadores y las trabajadoras costarricenses, en especial de las mujeres indígenas, y pasa por encima de una conquista histórica de la clase trabajadora a nivel internacional: la jornada de ocho horas.

“Es un retroceso en los derechos laborales (…) al favorecer únicamente a un sector empresarial al que poco le importa la salud y las implicaciones sociales que provocará hacer que los trabajadores laboren jornadas ordinarias de 12 horas”, denunció la FENTRAGH.

Su primera versión era aún peor: no reconocía perjuicio alguno a los trabajadores y las trabajadoras por el cambio de duración de su jornada y eliminaba de hecho el pago de horas extra.

Al disponer un ajuste de 16,67 por ciento del salario mínimo en la jornada diurna y de un 25 si la jornada es nocturna para aquellos y aquellas a las que se les aplique el cambio de jornada acababa admitiendo que sí había perjuicios.

Otra de sus disposiciones —el carácter supuestamente voluntario del cambio— es lisa y llanamente hipócrita, afirma la Federación.

“Ya sabemos que existe una clara diferencia de poder a favor del patrono, que, además, cuenta con una masa de personas desempleadas y desesperadas dispuestas a aceptar un puesto de trabajo bajo condiciones de precarización laboral”, puntualiza el gremio en un comunicado.

Tampoco es de recibo que fomentará la creación de puestos de trabajo, puesto que los que se crearán serán de baja calidad.

Si se aprueba definitivamente el proyecto, se afectará especialmente las posibilidades de estudio y desarrollo personal y profesional de las personas trabajadoras, fundamentalmente de las mujeres que desempeñan actividades agrícolas.

“La flexibilización laboral es un paso más en la carrera hacia abajo en las condiciones laborales a favor de las ganancias de unos pocos y la imposición de nuevas formas de esclavitud”, concluye el sindicato, reclamando un cumplimiento irrestricto por parte de las autoridades y de los empresarios de las leyes laborales.