“Consideramos el anuncio del retiro del proyecto de reforma tributaria como un triunfo de los millones de colombianas y colombianos que se han movilizado y del apoyo mayoritario que la ciudadanía brindó al Paro Nacional”, señaló el Comité en un comunicado.
“Sucede este hecho luego de 6 días de Paro Nacional en donde autoridades civiles, militares y policías a diario han cercenado las libertades y garantías democráticas para el ejercicio de la protesta social”, agregó.
La organización, que reúne a las distintas centrales sindicales, asociaciones de pensionados, de agricultores y otras, exige “mucho más” que el retiro de este proyecto, y reclama ser escuchada por el gobierno a la hora de elaborar otro. Hasta ahora el Ejecutivo de Duque jamás la ha convocado.
El Comité Nacional de Paro reclama igualmente garantías constitucionales a la protesta, desmilitarización de las ciudades, cese de las masacres y castigo de sus responsables, así como el abandono de otro proyecto de ley (el de salud), la adopción de una renta básica de un salario mínimo legal, un freno a las privatizaciones, la defensa de la producción nacional, subsidios a las pequeñas y medianas empresas.
Las medidas que necesiten inversiones deberían ser financiadas con préstamos del Banco República, el recurso a las reservas internacionales, mayores controles a la evasión fiscal, y la eliminación de las exenciones tributarias a las grandes empresas colombianas y extranjeras y a los grandes capitales individuales, entre otras medidas.
La detención de las erradicaciones forzadas de cultivos de uso ilícito y de las aspersiones aéreas con glifosato también figuran en su pliego de exigencias.
El miércoles 5 habrá una nueva gran “movilización democrática, pacífica y civilizada con estricto cumplimiento de las normas de bioseguridad”.
La Rel UITA apoya decididamente las acciones que sean adoptadas por el Comité Nacional de Paro y condena los distintos actos de represión contra los manifestantes, que causaron decesos y cientos de heridos.
Neoliberalismo y violencia son dos caras de una misma moneda. El gobierno de Iván Duque intenta ir más allá del legado neoliberal recibido cuando asumió en 2018, y para ello necesita militarizar el país y reprimir sin miramientos a todo aquel, individuo u organización, que se coloque en oposición a su maquinaria brutal.
El Comité Nacional de Paro ha logrado movilizar a la población por reivindicaciones sentidas por una gran mayoría social, lo que ha quedado evidenciado en el respaldo que han tenido sus convocatorias a pesar del grave contexto de pandemia que impide una mayor masividad de las protestas.
Hoy, como siempre, solo el pueblo organizado salvará a Colombia.