Este 2 de marzo, al cumplirse 3 años del vil asesinato de Berta Cáceres, los pueblos de Honduras y organizaciones amigas y solidarias, entre ellas la Rel UITA, se reunieron en el Centro de encuentros y amistades «Utopía» del Copinh.
Con las raíces al aire
Caravana de migrantes
La Lucha feminista de Berta Cáceres
Hacer justicia para Berta significa abonar, cuidar y continuar sembrando las semillas de cambio que su camino y su palabra nos heredaron.
El terrorismo de Fyffes
Hostigamiento, «secuestros» y acoso a los trabajadores y trabajadoras de las meloneras en Honduras
Investiguen, señores
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recogió las denuncias de un grupo de personas amenazadas de muerte por un comando paramilitar y conminó al Estado uruguayo a investigar esos hechos.
Comunidades del sur bajo ataque
Informe alerta sobre ofensiva extractivista
Los sindicalistas carne de cañón
Desde 1973 hasta la fecha fueron asesinados más de 3.100 dirigentes sindicales y la CUT registra 14 mil 510 violaciones a la integridad y vida de sindicalistas en Colombia. Según los registros de la CUT, el 60 por ciento de los sindicalistas asesinados en el mundo son colombianos. La violencia aumenta considerablemente si se toman en cuenta también los líderes sociales y defensores de los bienes comunes.
Año Internacional de las lenguas indígenas
Cada uno de los idiomas guarda una visión del mundo, le invitamos a conocer la visión de vida y aprendizaje en el lenguaje de los pueblos indígenas costarricenses.
El presidente y las transnacionales defienden su negocio
Hace 14 años que fue asesinada de seis tiros, en la Amazonia, la hermana misionera Dorothy Stang. Un ejemplo vivo de que “crear” nuevos caminos, dentro y fuera de la Iglesia, es arriesgado cuando las transnacionales se hacen o quieren hacerse dueñas de una región muy rica, como ocurre con la Amazonia brasileña.
Un tsunami de atentados al sindicalismo
El secuestro y golpes que padeció Dibeth Quintana, dirigente de la Unión Sindical Obrera del Petróleo de Colombia (USO), desnuda una vez más la situación de desprotección que padecen los sindicalistas en Colombia.