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Con Jair Krischke, sobre los 50 años del golpe en Uruguay

No olvidar, para no volver a repetir

El 27 de junio, el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH) realizó un acto de recordación de los 50 años del golpe de Estado cívico-militar en Uruguay.

Gerardo Iglesias

12 | 07 | 2023


Jair Krischke | Foto: Gerardo Iglesias

La actividad, que se tituló “Terrorismo de Estado nunca más”, se llevó a cabo en un edificio histórico de Porto Alegre donde actualmente se encuentra el Instituto de Arquitectos de Brasil, seccional Rio Grande do Sul.

“Se colmó de gente”, contó Jair Krischke, presidente de MJDH.

“Hubo espectáculos artísticos, especialmente de candombe, y tres charlas, una a cargo del doctor en Historia y docente Daniel Augusto, sobre el pre golpe, otra a cargo de la docente de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) Florencia Cladera y otra a mi cargo, en la que hablé sobre el golpe y la resistencia”.

También se proyectó, al inicio, el documental de José Pedro Charlo y Universindo RodríguezA las cinco en punto”, que recoge testimonios e imágenes sobre los quince días de huelga general organizada por la central sindical CNT (hoy PIT-CNT) tras el golpe del 27 de junio de 1973.

El título del documental hace referencia a la hora a la que fue convocada, el 9 de julio de aquel año, la más significativa de las manifestaciones relámpago en apoyo a la huelga.

Brasil y el vuelo del cóndor

“Mi ponencia se centró en desarrollar la actuación de la dictadura brasileña en el golpe de 1973 en Uruguay, de lo que poco se habla”, señaló Jair.

“Acompañé los datos con documentos históricos que los corroboran, y por último habló Florencia Cladera, hija del exilio, un exilio que comenzó en Buenos Aires y siguió en Francia. Florencia vive ahora en Porto Alegre y es docente de la UFRGS”.

La intervención de Cladera, relató Jair, tuvo un gran impacto entre los presentes, en especial cuando contó que estando en París sus compañeras de escuela hablaban de abuelos y ella no sabía lo que era un abuelo.

“Esta es una de las principales marcas del exilio, cuando te cortan tus raíces. Después viene el desexilio, que es muy problemático, porque nunca, nunca vuelves al mismo lugar. Es como un río donde el agua corre y nunca es la misma”.

La comunidad de uruguayos en Porto Alegre, otrora numerosa, hoy está bastante reducida, indicó Jair, que a pesar de todo se reencontró con amigos a los que hacía tiempo no veía.

“Nos fuimos con la convicción de que tenemos que seguir generando memoria, para que la historia la cuenten los protagonistas y no los historiadores. Tenemos que contar exactamente lo que pasó más allá de la letra fría del texto histórico, lo que esto representó y representa para los que lo vivieron”.

Jair destacó que el acto se hizo también porque los brasileños tienen una gran deuda con el pueblo uruguayo. Después del golpe de 1964 Uruguay recibió a más de 5.000 brasileños exiliados, incluido al presidente derrocado Joao Goulart, dirigentes sindicales y estudiantiles y políticos de la talla de Leonel Brizzola.

En el acto se proyectó también la película Estado de sitio, de Costa Gavras, en la que se trata el período previo al golpe en Uruguay.

En una de las escenas, que evoca las clases magistrales de tortura que llevaba a cabo en Montevideo el agente de la CIA Dan Mitrione, aparece por detrás la bandera de Brasil.

“Eso da una pauta de la incidencia brasileña en los golpes de Estado durante la década del 70 en el Cono Sur de América y luego en el Plan Cóndor”, comenta Jair.

El arte de la tortura

Mitrione llegó a Uruguay proveniente precisamente de Brasil, de donde llevó el pau de arara, la gran contribución local al arsenal mundial de técnicas de torturas, herencia de la esclavitud.*

Eduardo Galeano decía en uno de sus libros que Mitrione describía la tortura como un arte”, recuerda Krischke.

El escritor uruguayo ponía en boca del agente de la CIA estas palabras: “La clave para un interrogatorio exitoso era aplicar el dolor preciso, en el lugar preciso, en la cantidad precisa para lograr el efecto deseado. Una muerte prematura significa un fallo del técnico. Hay que actuar con la eficiencia y la limpieza de un cirujano y con la perfección de un artista”.

“Cuando consigues lo que quieres, y yo siempre, lo hago, puede ser bueno prolongar un poco la sesión para aplicar otro ablandamiento, no para extraer información ahora, pero solo como medida política, para crear un miedo saludable”.

Costa Gavras debía haber incluido en los créditos de su película al comisario de la Policía Miguel Ángel Benítez, un militante tupamaro que le dio toda esa información, piensa el veterano militante humanitario brasileño.

“Como él no lo hizo, yo lo cuento para que la historia le dé el lugar que tuvo”.

El 11 de setiembre el MJDH y la Rel UITA llevarán a cabo una actividad similar para recordar los 50 años del golpe de Estado en Chile.


* https://racismoambiental.net.br/2019/03/31/como-a-ditadura-militar-ensinou-tecnicas-de-tortura-a-guarda-rural-indigena-grin/