La cifra es la más alta desde 2009, a pesar de la dramática carencia de inspectores que se constata actualmente.

Desde la creación de los grupos de inspección móvil en 1995 el número de personas rescatadas de condiciones análogas a la esclavitud llegó a 63.400.

El trabajo en el campo encabeza la lista. Las plantaciones de café son el lugar en que más se halló trabajadores en condiciones análogas a la esclavitud (300 personas), seguido por el cultivo de caña de azúcar (258).

Goiás, Minas Gerais, São Paulo y Rio Grande del Sul comparten el podio de los estados brasileños donde hubo más rescates de personas en esa situación.

Las operaciones de rescate son realizadas por grupos conformados por instituciones como el Ministerio de Trabajo y Empleo, el Ministerio Público del Trabajo, el Ministerio Público Federal, la Policía Federal de Caminos, la Policía Federal, la Defensoría Pública de la Unión, entre otros.

La falta de inspectores fiscales es una de las principales dificultades para que se pueda profundizar en el combate al trabajo esclavo.

“Tenemos menos de 2.000 inspectores fiscales del trabajo en actividad. Este es el número más bajo desde la creación de la cartera en 1994. Aun así, logramos realizar, en 2023, el mayor número de acciones fiscales”, destacó Roque Renato Pattussi, coordinador de proyectos en el Centro de Apoyo Pastoral del Migrante.

El término trabajo esclavo se utiliza en Brasil para designar la situación en la que una persona es sometida a trabajos forzados, jornadas de labor exhaustivas, servidumbre por deudas y/o condiciones degradantes.

No es necesario que estén presentes los cuatro elementos: basta uno de ellos para constituir la explotación del trabajo esclavo.

En Brasil, el 95 por ciento de las personas sometidas a trabajo esclavo son hombres jóvenes, por tratarse de actividades que por lo general requieren de fuerza física.

Las mujeres también están expuestas a esta práctica criminal. A pesar de representar sólo el 5 por ciento de los rescatados, hay contextos en los que constituyen una porción importante del total, como en el sector textil en São Paulo, además de estar sujetas a subregistro en actividades como labores domésticas y trabajo sexual.

(Con información de Agencia Brasil)