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Por situación de migrantes en empresas tercerizadas

Ambev y Heineken acusadas por trabajo esclavo

Las gigantes cerveceras fueron imputadas luego que una fiscalización del Programa de Erradicación del Trabajo Esclavo en el estado de São Paulo encontrara a 23 trabajadores migrantes en condiciones análogas a la esclavitud en una de las empresas distribuidoras que tercerizan sus servicios para ambas transnacionales.
Imagen: Allan McDonald

Según informó la edición brasileña del diario El País, durante la operación, que empezó en la madrugada del 3 de marzo, los inspectores desmantelaron un sistema de trabajo en condiciones análogas a la esclavitud que implicaba a dos de las mayores cerveceras del mundo, las transnacionales Ambev y el Grupo Heneiken (Kaiser Brasil), y a una empresa de transporte subcontratada por ambas, Sider, que empleaba directamente a estos trabajadores.

Las empresas deberán pagar 657.270 reales (125.000 dólares) de indemnización por daños morales a los afectados.

Los migrantes, 22 venezolanos y un haitiano, vivieron durante meses (algunos más de un año) en la cabina de los camiones que aparcaban en las sedes de Sider en Limeira y Jacareí, en el interior de São Paulo.

Trabajaban durante jornadas extenuantes y sin ningún día libre. Además, no tenían acceso a agua potable. También se les impusieron tasas extra y descuentos, como el cobro por la ropa y calzado de trabajo y por nacionalizarles el permiso de conducir.

Varios trabajadores rescatados relataron algunas de las situaciones de abuso que vivieron: “Si se te cae la carga, te la descuentan del sueldo. Si se te pincha la rueda, también te la descuentan y si te quejas te dicen ‘Si no te gusta, te vuelves a Venezuela y te mueres de hambre’.

Responsabilidad solidaria

La legislación brasileña establece que les correspondería a Heineken y Ambev supervisar que el contratista tercerizado (Sider) cumpla las obligaciones laborales, por lo que también se les responsabilizará por tener a trabajadores esclavizados.

Según el informe de la auditoría, ambas empresas actuaron con “ceguera deliberada al ignorar la debida verificación del cumplimiento” de las leyes por parte de la empresa tercerizada, con el objetivo de obtener beneficios “en detrimento de las normas de protección laboral”.

Según declaró al mismo periódico la inspectora de Trabajo Lívia dos Santos Ferreira, la responsabilización de las contratistas “deriva del hecho de que la Ley de Subcontratación les obliga a garantizar las condiciones de salud y seguridad de quienes les prestan servicios”.

Por lo tanto, “la extenuante jornada laboral y las condiciones degradantes por no tener alojamiento, por ejemplo, son condiciones que tendría que haber controlado el contratista (Ambev y el Grupo Heineken)”.

Sin derecho a descanso ni días libres

Los trabajadores eran sometidos a jornadas agotadoras al volante, sin descansos, lo que ponía en peligro sus vidas y las de los demás, afirman los inspectores.

Entre las principales infracciones que comprobaron y que corroboraron la tesis de las condiciones análogas a la esclavitud en este caso fueron “la supresión del descanso semanal remunerado” (días libres) y la pausa entre un viaje de entrega y el siguiente, que según la legislación debe ser de 11 horas.

“El resultado de las condiciones laborales en la que estaban ha sido un aumento del número de accidentes de trabajo y, sobre todo, de enfermedades profesionales, que incluso han provocado muertes y suicidios”, afirma el informe de los auditores.