Más que nunca este 1° de Mayo debe encontrarnos en un camino de resistencia al proyecto de reforma laboral que nuevamente el gobierno nacional está planteando.
Este tipo de políticas pretenden bajar el costo de las indemnizaciones por despido y flexibilizar y precarizar el trabajo, entre otras cosas.
Y esto lo vemos en toda América Latina. Se observa una fuerte ofensiva de los sectores más liberales y más concentrados de la economía en aras de debilitar a las organizaciones sindicales con el fin de maximizar sus ganancias y su rentabilidad.
Este 1° de Mayo nos obliga a estar muy atentos, muy organizados para enfrentar estos nuevos escenarios que van acompañados de una intentona de bajar los salarios en Latinoamérica y particularmente aquí en Argentina.
Ante esto debemos redoblar el esfuerzo para encontrar caminos de unidad, de organización y de lucha.
Sabemos que a veces esta unidad es una empresa difícil, pero más que la unión formal de los sindicatos o las centrales lo que tiene que haber es un camino de unidad de acción. Y hay que actuar ya.
Los modelos económicos que hoy se pretenden mostrar como exitosos, como proyectos que están sacando a América Latina del estancamiento, en realidad están empobreciendo cada vez más a millones y millones de latinoamericanos.
Son modelos que recortan los salarios, flexibilizan las condiciones laborales, ponen como horizonte la timba financiera y no las inversiones.
Este modelo de gobierno es hartamente conocido por los argentinos y las argentinas.
En la década de los 90 tuvo consecuencias lamentables para el pueblo.
Frente a él, es más que necesaria la unidad en la acción.
Foto: Nelson Godoy