La solidaridad de la Rel UITA con el movimiento sindical argentino.
Gerardo Iglesias
11 | 3 | 2024
Foto: Rel UITA
El gobierno argentino, espejo de lo que fue la administración brasileña de Jair Bolsonaro, arremete contra derechos y conquistas obreras y contra todo aquello que obstaculice la marcha triunfal de la expoliación neoliberal.
La uberización del mercado de trabajo, el achicamiento del Estado, la privatización de los bienes públicos, el extractivismo extremo, más el ataque frontal a los sindicatos, al movimiento feminista, a ambientalistas y defensores de los derechos humanos que lleva adelante el Ejecutivo de Javier Milei constituyen una copia burda de la partitura bolsonarista.
El paro general con movilización del 24 de enero fue la primera respuesta contundente ante el recorte criminal a las jubilaciones, a la salud, a la universidad pública, y los ataques a los derechos laborales para favorecer al capital, como la modificación del sistema de indemnizaciones por despido, la eliminación de multas a empleadores por registros laborales deficientes, la desregulación del financiamiento a las obras sociales de los sindicatos y restricciones a huelgas en sectores críticos como salud y educación.
Con esta ofensiva, que recuerda la “doctrina del shock” neoliberal de funestas consecuencias sociales en América Latina, el gobierno de Javier Milei defiende que el derecho del trabajo, y la idea de trabajo justo en su conjunto, constituyen un obstáculo para el crecimiento y desarrollo de la economía.
Por el contrario, ha quedado demostrado que los contratos basura no generan más empleo sino que deterioran las condiciones de vida primero individuales y, luego, de la sociedad en su conjunto.
Esta iniciativa recuerda, en muchos aspectos, la reforma laboral que se hizo en España en 2012, en un contexto de fuerte crisis económica, bajo el gobierno derechista del Partido Popular de Mariano Rajoy, y que con la facilitación de la terciarización o subcontratación extendió la precariedad laboral.
Ahora, en Argentina, de nuevo se justifica la terciarización para bajar los costos en los salarios, pero también para debilitar la organización sindical.
“La Patria no se vende”, fue el cántico de guerra que denunció las aspiraciones del presidente que, como diría Eduardo Galeano, promociona “la venta del país con vista al mar” y defiende un capitalismo atracador.
La solidaridad de clase va en dos direcciones. El movimiento obrero argentino fue destinatario del respaldo internacionalista en momentos críticos de su rica historia. Testimonio de ello, fueron los últimos períodos dictatoriales cuando el Plan Cóndor operaba a sus anchas en el Cono Sur.
Del mismo modo, vuestro país y su movimiento obrero supo retribuir esa solidaridad con acciones contundentes en favor de las personas perseguidas por sus ideales políticos y su lucha por un mundo mejor.
Cuando se produce el golpe de Estado en Uruguay (27 de junio de 1973), cientos de compatriotas se trasladaron a la Argentina buscando amparo y refugio ante la escalada de violencia a manos de las fuerzas represivas. Muchos sindicalistas uruguayos encontraron seguridad y trabajo en Argentina gracias a la cooperación de otros sindicalistas de ese país.
Lo mismo ocurrió con el golpe que terminó con el gobierno democrático de Salvador Allende en Chile, cuando la embajada de Argentina en Santiago se transformó en un punto de encuentro solidario. Miles de personas buscaron asilo diplomático para escapar de la persecución y la muerte.
Porque no olvidamos, tenemos presente esas acciones, y sabemos muy bien que, el éxito de la resistencia del movimiento obrero argentino se transformará en freno a la arremetida del neoliberalismo global.
En los días previos al Paro General del 24 de enero, y luego del mismo, se realizaron diferentes acciones de nuestras organizaciones afiliadas de Uruguay, Brasil, Honduras, Chile, Panamá, Costa Rica, Colombia, República Dominicana, Guatemala y Nicaragua.
El secretario regional de la UITA y Nelson Godoy, corresponsal en Argentina, participaron de la manifestación realizando una cobertura periodística que duro varios días.
El martes 5 de marzo, en la sede de nuestra afiliada FATAGA, se realizó la reunión del Comité Latinoamericano de Mujeres de la UITA (Clamu) y el lanzamiento de la campaña “Marzo Trabajadoras en Movimiento 2024”, focalizando su quehacer con el pueblo argentino y su movimiento obrero. En tal sentido, la idea es organizar diferentes actividades solidarias y de denuncia en toda la región.
Hace algunos años el abogado laboralista Lucio Garzón Maceda sentenció: “Hay que entender que vienen por nosotros. Debemos recuperar al militante, y profundizar la movilización”.
Vienen por todos nosotros y en todas latitudes.
¡Vuestra lucha, es nuestra también!
NdE: la presente nota fue entregada a nuestras afiliadas y dirigencia de la Confederación General del Trabajo (CGT).