Pascuala Ninantay, presidenta de la Asociación Provincial de Productoras Ecológicas de Quispicanchi (APPEQ), sostuvo que como gremio no han podido acceder a información ni medidas de carácter oficial que den la garantía necesaria de protección para la salud de las agricultoras en estos momentos en que la pandemia del Covid 19 está golpeando los territorios de todo el planeta.
En la APPEQ están agrupadas mujeres productoras de seis distritos de la provincia de Quispicanchi: Andahuaylillas, Cusipata, Huaro, Oropesa, Quiquijana y Urcos, y si bien ellas continúan con su trabajo en las chacras y en sus biohuertos, expresaron que encuentran dificultades para el desplazamiento y traslado de su producción.
Ninantay explicó que en algunas localidades, como en el centro poblado menor de Huasao (Oropesa), las productoras han podido mantener su puesto de venta de hortalizas agroecológicas.
Sin embargo, en otras comunidades de los distritos de Cusipata, Andahuaylillas o Urcos no han podido salir a los mercados.
Las integrantes de APPEQ abastecen de alimentos saludables, libres de químicos a familias de los seis distritos y de Cusco, donde solían participar en ferias dominicales, pero en la actualidad estos canales de comercialización se han cortado y solo están transitando camiones autorizados con grandes volúmenes de producción.
En ese sentido, la presidenta de APPEQ solicitó a las autoridades de la Región Cusco y del Ministerio de Agricultura y Riego, que entre las medidas dictadas frente a la emergencia tengan en cuenta la situación de la pequeña agricultura que produce en forma ecológica y que es garantía de una alimentación sana.
Explicó que en el puesto de Huasao las productoras han comprado mascarillas, gel antibacterial y llevan un balde con agua y jabón. Estas son prácticas que han adoptado por las noticias que escuchan en la radio.
Las productoras de APPEQ han recibido llamadas de su clientela a la que surtían con canastas de hortalizas agroecológicas pero esta cadena de comercialización también se ha roto pues no acceden a permisos sanitarios específicos para poder trasladarse, y en algunas comunidades, no circula movilidad para ir a las ciudades.
Las medidas planteadas por la APPEQ se centran en que las autoridades regionales y nacionales se enfoquen en la situación de la pequeña agricultura agroecológica, de las mujeres y hombres que siguen trabajando.
También en que se restablezca la cadena de comercialización en condiciones seguras, que se garantice el precio justo para evitar la especulación, que se aprueben protocolos específicos para esta actividad productiva de la que dependen las mujeres.
La reducción de sus ingresos incrementa la dependencia económica, situación que aumenta su condición de riesgo ante la violencia de género.
El Centro de la Mujer Flora Tristán acompaña a las integrantes de la APPEQ a través del proyecto que contribuye al ejercicio de los derechos económicos, sociales, ambientales y políticos de las productoras rurales y a la mejora de su calidad de vida frente al cambio climático, que cuenta con el apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación y de la institución Mugen.